CORONAVIRUS, impulsor de un nuevo estilo de vida?

alejandra labarca
8 min readApr 4, 2020

El impacto del corona virus en mi forma de trabajar no ha sido tan importante, ya que hace bastantes años que mi entorno natural es el espacio virtual, donde el conocimiento fluye entre los círculos internacionales que investigan y trabajan los temas del futuro y cómo será su impacto en la vida cotidiana de quienes habitamos el planeta. Muchas tecnologías están hoy disponibles para mejorar los procesos productivos y entregar más beneficios a las personas: inteligencia artificial, blockchain, big data, teletrabajo, e- learning son conceptos que muchos hemos estado tratando de de instalar en nuestra realidad local sin mayor éxito.Hasta ahora…

Hoy, por obligación, y de manera repentina nos vemos instalados en una realidad que no hubiéramos creído ni en nuestros sueños más locos. El mundo esta sumido en una pandemia, el COVID-19, que nos ha llevado a estar confinados en nuestros hogares, lidiando con la incertidumbre del futuro de nuestra economía familiar y visualizando oportunidades de emprendimientos transitorios o permanentes en este nuevo escenario.

En este contexto, pensamos que sería interesante recoger alguna información en relación al nuevo estilo de vida que el COVID-19 nos esta obligando a llevar, y de qué forma esto podría influir de manera permanente en nuestro comportamiento, lo cual sumado a la situación de entorno, creemos que llevará, sin duda, a impensados cambios en la estructura de nuestra economía y sociedad.

En una encuesta realizada entre el 21 y 25 de marzo, 1 difundida en redes sociales, donde 60% de los encuestados pertenecía a la Región Metropolitana de Santiago y 30% a la V Región, se obtuvo que 88,9% de ellos está trabajando de manera remota y sólo 68% había incurrido en esta práctica previamente.

En este nuevo escenario se empieza a perfilar la forma que tomará el nuevo estilo de vida que el confinamiento nos trae, junto con sus nuevas y desconocidas problemáticas, desafíos y oportunidades.

De la información recogida en la mencionada encuesta, y considerando una serie de otros reportajes que se han escrito durante este período sobre los padres de familias que están trabajando de manera remota, se observa una queja generalizada en relación a la exigencia de cuidar y apoyar a los hijos más pequeños, que también están confinados demandando ayuda para las labores escolares que los colegios (tampoco preparados para esta situación) no asumen.

Un segundo elemento, que esta realidad revela, es la dificultad que tienen algunas personas para trabajar en equipo de manera remota. El 40% de los encuestados argumentó falta de manejo en herramientas de trabajo remoto y falta de compromiso del equipo.

Otra razón que se argumenta para dificultar el trabajo remoto, tiene que ver con los reducidos espacios de vivienda donde hoy está toda la familia reunida 24/7 , haciendo diferentes actividades, y donde además no hay suficientes dispositivos para que toda la familia trabaje y estudie de manera remota simultáneamente.Según un estudio de la Universidad de Chile, el 56% de las viviendas de Santiago son de 70m2 o menos.

Por otro lado, hay un reconocimiento generalizado de que, después de este shock de la pandemia, la digitalización se quedará para facilitar nuestra vida. En efecto, la misma encuesta indica que un 82% de los encuestados cree que en el futuro podrán sustituir, en promedio, 67% de sus reuniones presenciales por remotas.

Otro dato interesante es que 43% de los encuestados cree que es más productivo trabajando remotamente y solo un 16% piensa que es menos productivo. Con seguridad uno de los factores que hacen pensar en esta mayor productividad, es por ejemplo, la reducción de viajes y km diarios respecto de los realizados en época normal. El 43% del total de personas encuestados ha dejado de recorrer más de 30km diarios , donde 57% de esos viajes era realizado en vehículo particular.

Por lo tanto, parece inminente que ciertos hábitos de los ciudadanos cambien para sacar mayor provecho de las tecnologías de la comunicación e información. ¿Cómo esos hábitos van a empezar a repercutir en la economía nacional y global? Una primera pista es que la posibilidad de trabajo remoto, puede incentivar a las personas a la descentralización geográfica. De hecho, un 62,5% de las personas que respondió nuestra encuesta cambiaría su lugar de residencia, si pudiera trabajar remoto.

Para agregar más ingredientes a esta situación, la economía real está al borde del colapso total. Recientes proyecciones de crecimiento y desempleo de Goldman Sachs para Chile en este 2020 sugieren una caída de 0,5% el PIB y de -1,25% en el PIB mundial.2 En cuanto a los despidos, los gobiernos están intentando frenar la ola de despidos, con apoyos casi sin límites para evitar que la cuarentena obligatoria destroce la economía mundial. El Senado de EEUU, por ejemplo, votó recien y de manera unánime, una medida fiscal de 2 Trillones de dólares para apuntalar la economía del país, mientras se enfrenta a la devastación de la pandemia del Coronavirus, disponiendo el mayor paquete de estímulo fiscal en la historia moderna de los Estados Unidos.3

Pero, los problemas del sistema económico y social global ya estaban dando señas de obsolecencia, agotamiento y falta de eficacia hace bastante tiempo. En efecto, el año pasado, el informe de la Naciones Unidas World Economic Situation Prospects 20204, indicaba la existencia de un entorno de prolongadas tensiones comerciales y gran incertidumbre política, que debilitaban el crecimiento mundial considerablemente. De hecho, la desaceleración del crecimiento de la economía mundial durante 2019, fue acompañada de una fuerte desaceleración de las corrientes comerciales internacionales y de la actividad manufacturera mundial, deteriorando la confianza de las empresas y frenando el crecimiento de las inversiones en la mayoría de las regiones. La disminución de la demanda ha influido en los precios mundiales de los productos básicos, en particular el petróleo crudo y los metales industriales. El informe, a su vez, agrega que la economía mundial enfrentaba a 2019, una serie de retos macroeconómicos y estructurales fundamentales, ya que a pesar de la laxitud de las condiciones monetarias y el aumento de la deuda, la inversión productiva en muchos países había seguido siendo débil en el último decenio. Particularmente, en países emergentes, como Chile, el impacto del bajo crecimiento de la productividad laboral se ha visto agravado por la disminución de la participación de la mano de obra y el aumento de la desigualdad salarial.

Según la Organización Mundial del Trabajo (OIT) en 2019, menos de la mitad de todas las mujeres participaron en la fuerza laboral (47,7%), una disminución desde el 50,9% en 1990; y casi tres de cada cuatro hombres (74,7%)participaron en la fuerza de trabajo, en comparación con el 80,2% en 1990. En este mismo sentido, la OIT anunció en 2018 que la economía informal emplea más de 60% de la población activa en el mundo.5

Así las cosas, y sin considerar otros acontecimientos geopolíticos de escala global que arrecian nuestra existencia, la pregunta de cómo seguirá rodando el planeta en los próximos meses y años es una completa incertidumbre, contribuyendo crecientemente a la configuración de una recesión que ya se compara con la experimentada en 1929 y que posteriormente terminó con la Segunda Guerra Mundial.

A diferencia de la realidad enfrentada en 1929, hoy día el mundo cuenta con un desarrollo tecnológico sin precedentes, que permite, entre otras cosas, la comunicación e interacción de las personas aún en estado de confinamiento. Todos los habitantes de la tierra pueden ser testigos activos de los acontecimientos, y la internet se transformó en el canal principal de comunicación de todos aquellos que desean entregar un mensaje al mundo.

La importancia de la tecnología en este escenario es tal, que uno de los pocos países que ha podido “controlar” los efectos sanitarios y económicos de la pandemia, si no el único, Corea del Sur, lo ha logrado gracias al uso de la tecnología, el alto grado de digitalización de sus habitantes, el trabajo colaborativo con la industria, y mucha disciplina y orden. La respuesta del gobierno surcoreano fue de cuatro tipos: pruebas, seguimiento, localización y tratamiento. Pruebas tempranas e indiscriminadas, capacidad para realizar 200.000 tests al día, resultados en 6 horas, y lo más sorprendente, sin ningún tipo de cierre draconiano, bloqueo de carreteras y restricciones de movimiento y reunión. La razón? no solo un Gobierno eficaz, sino, que la rápida movilización del público. Ha sido la cooperación voluntaria de los ciudadanos lo que permitió al Gobierno evitar medidas más extremas y mantener un delicado equilibrio entre la seguridad pública y la libertad civil 6

Será entonces la tecnología la que nos salve de esta crisis y nos ayude a modelar una nueva manera de vivir? Por el momento, creo que la tecnología esta jugando un rol primordial. La actividad económica puede seguir, en menor escala, gracias al trabajo de millones de personas que trabajan y se comunican remotamente todos los días y las personas de todas las edades están usando su tiempo obligadamente libre para educarse e informarse más que nunca antes. En paralelo, el aire, los mares, las ciudades están más limpios y tranquilos, logrando disminuir las emisiones de CO2 que nunca antes habíamos conseguido, a pesar de todas las advertencias sobre el cambio climático.

Sin embargo, las tecnologías ayudarán pero no resolverán. Como en el caso de Corea del Sur, lo que se necesita es un gobierno eficaz y ciudadanos que colaboren para alcanzar el bien mayor. Se trata de un cambio cultural indispensable, que de no ser atendido, podrá llevarnos incluso a la muerte.

La pandemia nos trajo a una situación cuya mayor ventaja es darnos el espacio para reflexionar sobre nuestra existencia, nuestro estilo de vida y nuestra misión en ella. Por otra parte, la presión económica que indefectiblemente viene, seguramente nos llevará a disminuir nuestros ingresos o definitivamente no percibirlos más. El valor monetario de lo que aspirábamos a obtener será cercano a cero, y todas aquellas labores más simples que permiten nuestra sobreviviencia, se verán revalorizadas.

En resumen, no es ninguna novedad, estamos en un punto crítico de la existencia de la humanidad. Muy anunciado por muchas personas desde distintos ángulos, pero poco recepcionado por la mayoría de las personas que habita el planeta. Hoy, que ya estamos en la era del conocimiento y la digitalización, que el sistema económico colapsa, que el planeta esta depredado, y que un virus pone en jaque al mundo entero, es el momento para plantearnos nuevamente cómo nos hacemos responsables de usar las herramientas, tecnologías, conocimientos y oportunidades para ser parte de un proyecto común mas justo, libre, integrador y próspero.

Escrito por: Alejandra Labarca D, Abril 2020 Directora Ejecutiva SomosNewCity SpA Directora y Co-fundadora SmartCityHub Valparaíso

Notas

1 De una población de 2000 personas con un 80% de nivel confianza y 10% de margen de error

2 https://www.df.cl/noticias/internacional/economia/economistas-del-mundo-apretaron-f5-a-sus-proyecciones-economicas-tras/2020-03-20/141155.html

3 https://www.nytimes.com/2020/03/25/world/coronavirus-news-live.html

4 https://unctad.org/en/PublicationsLibrary/wesp2020_en.pdf

5 https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_627202/lang--es/index.htm

6 Crédito: Lee Moo-ryul/Newsis via AP

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alejandra labarca

Trabajo para vivir mejor. .Pase x política persiguiendo #SmartCity,Soy independiente y critica.Fundadora de @somosnewcity y @blockbim. I was a homeschooler mum.